El Cambio Climático y la Viticultura Sostenible
El mundo va cambiando y observamos que las viñas también. Es verdad que el cambio climático nos afecta a todos, y es un desafío que debemos afrontar prestando mucha atención a este impacto sobre nuestras plantas.
Por suerte, los viñedos en nuestro pequeño paraíso han evolucionado para resistir condiciones extremas. Porque el viñedo mediterráneo viene del pasado, pero además tiene futuro. Lo que le alimenta y no va a faltar, es tener el mar cerca. El viento mediterráneo del noroeste viene cargado de humedades para crear un rocío siempre presente. Este efecto es casi como una maquina natural de aire acondicionado que quita estrés de las plantas.
En Abargues, seguimos utilizando técnicas milenarias de viticultura para enfrentar estos retos climáticos, aprovechamos la sabiduría acumulada a lo largo de los siglos. Somos muy conscientes de que lo más importante es darle a planta lo que necesita, tratando de elevar la calidad del cultivo con el cuidado de nuestro entorno y el máximo respeto al medio ambiente. Las variedades nativas, de densidades bajas, y antiguas que son felices en los suelos donde pertenecen, podas que ayudan a resguardarles del calor y aprovechar al máximo el rocío en la epidermis de las plantas. Todos estos factores tan importantes – y tan nuestros – nos favorecen, aunque cambie el clima.
Ya han “llorado” las vides y también han salido los primeros brotes, con sus diminutas uvas que ya se asoman. Quizás un poco antes de lo normal. Los patrones de lluvia están variando y con unas temperaturas más cálidas, se acelera levemente el proceso natural de las plantas. Esto podría adelantar la vendimia. Pero estamos pendientes de ellas más que nunca. La ilusión es enorme, como siempre. Y también, como no, con ganas de algo más de lluvia para ir reponiendo las reservas.
Pronto los pequeños brotes irán creciendo, transformándose en pequeñas promesas. Es el momento donde la naturaleza se convierte en poesía.
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